Es un examen para visualizar las vías aéreas y diagnosticar enfermedad pulmonar. Este examen se puede utilizar igualmente durante el tratamiento de algunas afecciones pulmonares.
Broncoscopia con fibra óptica
Un broncoscopio es un dispositivo utilizado para observar el interior de los pulmones y las vías respiratorias. Aunque puede ser flexible o rígido, casi siempre se emplea el broncoscopio flexible. El flexible es un tubo de menos de media pulgada (1 cm) de diámetro y alrededor de dos pies (61 cm) de largo. En raras ocasiones, se utiliza un broncoscopio rígido.
El broncoscopio se pasa a través de la boca o la nariz, la tráquea y luego a los pulmones. Pasarlo por la nariz es una buena forma de examinar las vías respiratorias altas. El método a través de la boca le permite al médico utilizar un broncoscopio más grande.
Si se utiliza un broncoscopio flexible, usted probablemente estará despierto.
Una vez que esté anestesiado, se insertará la sonda dentro de los pulmones.
Un broncoscopio rígido requiere el uso de anestesia general, con lo cual usted estará dormido.
No coma ni beba nada durante 6 a 12 horas antes del examen. Asimismo, el médico puede recomendarle que evite cualquier medicamento con ibuprofeno, ácido acetilsalicílico (aspirin ) u otros fármacos anticoagulantes antes del procedimiento.
Usted puede estar soñoliento después del examen, así que debe hacer los arreglos pertinentes de transporte para llegar y salir del hospital.
Muchas personas desean descansar al día siguiente, por lo tanto haga los arreglos necesarios con relación al trabajo, el cuidado de los niños y otras obligaciones. Generalmente, el examen se hace como un procedimiento ambulatorio y usted regresará a casa el mismo día. Es posible que algunos pacientes deban permanecer en el hospital de un día para otro.
La anestesia local se utiliza para relajar e insensibilizar los músculos de la garganta. Hasta que el anestésico comience a obrar, usted puede sentir que el líquido baja por detrás de la garganta y tiene necesidad de toser o hacer arcadas.
Una vez que la anestesia hace efecto, usted puede experimentar sensaciones de presión o tirón leve a medida que la sonda se desplaza a través de la tráquea. Aunque muchas personas sienten como si se fueran a ahogar cuando la sonda está en la garganta, no hay riesgo de que esto suceda. Los medicamentos administrados para relajarlo le ayudarán con estos síntomas y a olvidar la mayor parte del procedimiento.
Cuando el efecto de la anestesia haya pasado, su garganta puede sentirse áspera durante algunos días. El reflejo de la tos retorna 1 o 2 horas después del examen y hasta entonces no se permitirá comer ni beber.
Usted puede someterse a una broncoscopia para ayudarle al médico a diagnosticar problemas pulmonares. El médico podrá inspeccionar las vías respiratorias o tomar una muestra para biopsia.
Las razones frecuentes para llevar a cabo una broncoscopia de diagnóstico son:
Usted también puede someterse a una broncoscopia para tratar un problema de las vías respiratorias o del pulmón, como:
Se encuentran células y secreciones normales y no se observan sustancias extrañas ni obstrucciones.
Con una broncoscopia, se pueden diagnosticar muchos trastornos, tales como:
Los principales riesgos de la broncoscopia son:
También existe un pequeño riesgo de:
En los casos poco frecuentes en los cuales se utiliza anestesia general, se presenta algún riesgo de:
Existe un bajo riesgo de:
Cuando se toma una biopsia, hay riesgo de sangrado (hemorragia) grave. Es común que haya un poco de sangrado, pero el técnico o el personal de enfermería se encargarán de vigilar la cantidad.
Existe un riesgo considerable de ahogamiento si se ingiere cualquier cosa, incluso agua, antes de que desaparezca el efecto de la anestesia.